domingo, 22 de mayo de 2016

Vattimo y el pensamiento debil

                               El Pensamiento de Vattimo

Vattimo, en sintonía con Lyotard, está convencido de que la modernidad ya haya hecho su tiempo y que, si el postmodernismo es la experiencia de un fin, lo es en primer lugar como experiencia del “fin de la historia”, es decir, de la concepción moderna de la historia como curso unitario y progresivo de eventos a la luz de la ecuación según la cual ‘nuevo’ es sinónimo de ‘mejor’: “la modernidad, en la hipótesis que propongo, se acaba cuando – por múltiples razones – ya no parece posible hablar de la historia como algo unitario” (“La sociedad transparente”). Razones que no son solamente de tipo intelectual o filosófico, sino también de tipo histórico-social, porque van del ocaso del colonialismo y del imperialismo, hasta el advenimiento de la sociedad compleja. En efecto, si el rescate de los pueblos sometidos ha vuelto problemática la idea de una historia centralizada y movida por el ideal europeo de humanidad, el afirmarse del pluralismo y de la sociedad de los media ha minado en la base la posibilidad misma de una historia unitaria. Como demuestra el hecho de que, si es verdad, que sólo en el mundo moderno, es decir con “la edad de Gutemberg” de la cual habla McLuhan, se han creado las condiciones para construir y transmitir una imagen unitaria y global de la historia humana, es también verdad que con la difusión de las tecnologías multimediales, se han multiplicado los centros de acopio e interpretación de los acontecimientos: “la historia ya no es más un hilo conductor unitario, actualmente es una cantidad de informaciones, de crónicas, de televisores que tenemos en casa, muchos televisores en una casa” (“Filosofia en el presente”). Vattimo está convencido que los “grandes cuentos” legitimados por la modernidad hagan parte de una forma mentis “metafísica” y “fundacionista” ya superada. De hecho, él cree que el paso de lo moderno a lo postmoderno se configure como el paso de un pensamiento “fuerte” a un pensamiento “débil”. Como ‘pensamiento fuerte’ (o metafísico) Vattimo concibe un pensamiento que habla en nombre de la verdad, de la unidad y de la totalidad, (es decir, un tipo de pensamiento ilusorio tendiente a establecer “fundaciones” absolutas del conocer y del actuar). Como ‘pensamiento débil’ (o postmetafísico) él concibe un tipo de pensamiento que rechaza las categorías fuertes y las legitimaciones omnicomprensivas, es decir, un tipo de razón que, junto a la razón-dominio de la tradición, ha renunciado a una “fundación única, última, normativa” (“El pensamiento débil”). El pensamiento débil se presenta explicitamente como una forma de nihilismo, vocablo que el filósofo de Turín considera “una palabra-clave de nuestra cultura, una especie de destino del que no podemos liberarnos sin privarnos de aspectos fundamentales de nuestra espiritualidad” (“Las medias verdades”). Con este término, que Vattimo no usa de una forma peyorativa (“como si fuese un insulto”) sino de manera positiva y propositiva, él se refiere a la circunstancia que había profetizado Nietzsche, “el hombre rueda hacia la X”, es decir, aquella específica condición de ausencia de fundamentos en la cual se encuentra el hombre postmoderno después de la caída de las certezas últimas y de las verdades estables. En consecuencia, él cree que el nihilismo no se debe combatir como un enemigo, mas debe ser asumido como nuestra única posibilidad. 

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Vattimo y su filosofía

Pensamiento filosófico de Jean Francois Lyotard

Progreso material y razón instrumental en Jean-François Lyotard

La crítica de Lyotard hacia el progreso se debe a que frente esta idea, la posmodernidad establece una ruptura, rechazando, cuestionando que en la historia se encuentre una linealidad temporal, misma que privo en gran parte de la cultura occidental, en el cristianismo, el cartesianismo y el liberalismo.
Lyotard sospecha que estas rupturas frente al pasado que conlleva el progreso según la modernidad, no son más que una manera de olvidar o reprimir el mismo pasado, es decir de repetirlo en lugar de superarlo.
La idea del progreso está agotada, la permanente innovación que pone en juego la actual sociedad ha rutinizado, trivializado la noción de progreso, vaciándola de contenido, de tal manera que se ha convertido en una mera ilusión.
Se entiende por metarrelatos esos escritos explicativos que tratan de legitimar un mundo racional lleno de promesas metafísicas, que refieren "grandes" movimientos emancipadores enmarcados en un sentido y una visión totalizadora de la historia.
En la modernidad se supone que el progreso es posible, y para ello es necesario romper con la tradición, con las épocas oscuras, para instaurar un nuevo orden y una nueva civilización. Los modernos pensaban que la capacidad de progreso era consustancial a la naturaleza humana que de acuerdo con Descartes es eminentemente racional. De este modo, el mal, el atraso, es la ignorancia y el bien y el progreso es la razón.
La razón instrumental consiste en una "Razón Pragmática" encaminada a conseguir materiales, empleando para ello las herramientas más adecuadas desde el punto de vista técnico y económico.
La crítica que se hace a esto, es que se supone que estas herramientas están al servicio de la humanidad, de sus ideas de felicidad, de justicia, libertad, etc.; sin embargo, acaba por convertir al ser humano en esclavo de la "maquina". La posmodernidad desemboca en una "pragmática del saber científico"

La caída del sujeto consiste en el pensamiento de que el sujeto no tiene una esencia positiva, no es algo fijo e interno que se va manifestando externamente, sino que es pura acción, pura decisión, y sobre todo, pura creación. El sujeto solo existe en un tanto que decide. A diferencia de la modernidad, donde se plantea al sujeto firmemente anclado como sustancia pensante, como ser libre y autónomo.

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Jean François Lyotard

Pensamiento filosófico de Martin Heidegger


Pensamiento existencialista de Martín Heidegger



Otro gran filósofo de la época contemporánea es Martin Heidegger, que al igual que Nietzsche nos dará una idea controvertida del hombre y la cultura. Este filósofo nació el 26 de Septiembre del 1889 en Messhirch, pequeño poblado rural del país de Bader, al sureste de Alemania. En 1906, se inscribe al de Friburgo, en Brisgau donde termina sus estudios secundarios. Más tarde estudia filosofía en la universidad de Friburgo donde sus maestros filósofos fueron Rickert y Husserl. En 1914, al estallar la Primera Guerra Mundial, Heidegger se doctora en filosofía con las tesis ``La doctrina de las categorías y de la significación en Duns Escoto´´. Después de eso, escribe muchas obras, donde la más conocida y fundamental es El ser y el tiempo (cabe señalar que esta obra quedo inconclusa), donde aquí se considera como punto de partida de la filosofía de Heidegger, donde es una filosofía existencial.
Así, a la filosofía de Heidegger seria, en el fondo, una de las modalidades del existencialismo contemporáneo. Respecto a la filosofía de Heidegger no acepta una concepción que subordine a ésta a ciencias particulares, como en cierto modo lo había instituido la vuelta al kantismo a mediados del siglo XIX.
Para Heidegger la tarea fundamental de la filosofía consiste en aclarar, en dilucidar el sentido del ser y esto lo lleva a plantear una pregunta fundamental: ¿En qué ente hay que escudriñar el sentido del ser? Heidegger encuentra que la vía de acceso al ser es nada menos lo que llama el ``daisen´´, es decir el ser concreto, el hombre mismo. De esta manera, la realidad primaria, donde el ser se aprehende con su sentido original es el hombre o dasein.



El dasein (que en alemán significa ``el ser-ahí´´) es la existencia, la realidad humana, el estar siendo, el cual es más importante sobre los demás entes o seres porque en el curso de su compresión se abre, se revela la realidad del Ser (ser general, no ser como ser siendo). De este modo, el hombre se convierte en el fundamento de la ontología (o ciencia del ser).
El hombre puede elegirse a sí mismo, puede conquistarse o perderse. Si bien todo proyecto se funda en un acto de libertad, éste también limita al hombre, quien se encuentra en dependencia de las necesidades y limitado por el conjunto de instrumentos, de cosas, constituidos por el mundo.  En efecto, el ser ahí existe en el  mundo y actúa sobre las cosas que tienen el sentido o implicación de instrumentos, de útiles. Para Heidegger el mundo es el mundo que el hombre hace, el mundo es lo que ésta a la mano, lo que podemos transformar mediante nuestras técnicas, nuestra industria y nuestras ciencias. El mundo no es de manera originaria una realidad que haya que contemplar, cosas de nuestro alcance y no cosas que haya que contemplar como presentes.
Además, el estar en el mundo significa que la existencia humana no puede existir sino vinculada a otro u otros entes; no hay yo sino en y por un nexo con otra u otras cosas.

Existencia inauténtica y auténtica

El análisis del dasein descubre la contingencia o finitud de su ser. La situación del hombre en el mundo es estar en un estado de caída o de yecto, lo que significa que estamos inexplicablemente en el mundo, sin justificación, suspendidos en la nada y ante la ineludible posibilidad de la muerte. Heidegger, como0 muchos otros filósofos existencialistas, distingue 2 modos de existencia: la Inauténtica y la auténtica.


Existencia Inauténtica

Consiste en un entretenerse con las cosas, un entregarse a la trivialidad de las relaciones sociales o de los placeres estéticos, un olvidar la profunda tragedia de la existencia. Y aquí, el dasein se despreocupa, se involucra en la vida cotidiana donde predomina el uno: el ``se´´, en las formas del ``se ve´´, ``se dice´´, etc., que delatan una existencia superficial, banal o impersonal. En la dictadura del uno el ser ahí no se determina por sí mismo sino según lo que se dice. Así se regocija como uno lo hace, juzga como uno  juzga, lee lo que uno lee y también se dice “uno se muere". De esta manera el uno acaba siendo nada ni nadie, desalojando al “ser ahí" de su ser.



Existencia auténtica


En cambio de la Inauténtica , es un abrazarse con la angustia, un vivir consciente de la fragilidad del existir, una presencia constante del destino último de la existencia: la nada, a través de la muerte. La angustia no es un miedo de algo concreto (el miedo ante un temblor o una guerra, etc.). Es una vivienda que nos permite percatarnos de la nada, de la muerte como parte sustantiva de nuestro ser.

Ser para la muerte 

Como vimos el ser auténtico, para Heidegger, se revela por la conciencia de la muerte, por una anticipación de la muerte que no significa, propiamente, una precipitación de la hora de la muerte ni una especulación sobre el momento y la forma de su llegada, sino que la anticipación de la muerte, permite al ser ahí aprehender la muerte por lo que es decir, en cuanto a la posibilidad. La anticipación de la muerte es una “posibilización" de la posibilidad de la muerte. La muerte ni es, sin embargo, una posibilidad entre otras, sino que es la posibilidad extrema del ser ahí. En esta posibilidad extrema e inevitable el ser ahí existe en forma auténtica. La muerte es, en fin, la posibilidad invencible, la anticipación de la muerte hace del ser ahí un todo, puesto que todas las otras posibilidades existenciales parece subordinarse a ese poder ser primordial.



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Heidegger y su filosofía













Modernidad y Posmodernidad. La pérdida del fundamento



En términos de tiempo y espacio, el concepto de conocimiento se analiza con los cambios de la modernidad a la posmodernidad. Se considera el inicio de la modernidad con la Ilustración francesa en el siglo XVIII hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial, lo que significó el auge del pensamiento racional, el materialismo, el cientifismo, el progreso, la superación, la crítica, la vanguardia, la naturaleza y la realidad social como objeto de conocimiento objetivo, y de la ideología frente a la teología. Hubo una transición del concepto medieval de percepción por el moderno concepto de conocimiento objetivo.

En la modernidad predominan las teorías de Newton, Descartes, Bacon, Locke, Hume y otros. Se planteó como un espacio de progresiva transparencia, y como espacio de un proyecto de emancipación. La modernidad es entendida o caracterizada como efecto de superación crítica.

Es en este contexto que la posición ideológica de Kant destaca, al mencionar irónicamente como facultades superiores a la teología, la jurisprudencia y a la medicina, dejando a la filosofía como una facultad inferior. Como explicación de esta jerarquización Kant entra a la discusión de los dos fines contrapuestos respecto al conocimiento. Afirma que al gobierno no le interesa el saber por el saber mismo, sino por los resultados y no tiene como preocupación la verdad, ni la necesita, le basta ejercer la autoridad para que las ciencias se sometan a determinados estatutos.


La filosofía para Kant (en ese tono irónico) cae en el rango de una facultad inferior, ya que no contribuye a los fines prácticos inmediatos. “La razón se mueve aquí libremente y por su cuenta, sin sujeción alguna a las órdenes del gobierno, pero a cambio de ello se halla condenada a la más completa ineficiencia y tiene que resignarse a no ejercer influencia alguna sobre la marcha de los negocios…La facultad de la filosofía queda, completamente al margen del círculo de los que mandan y los que obedecen”…la lucha de la razón científica contra el poder y contra la tradición”

El tránsito hacia la posmodernidad planteó un giro de esa objetividad, racionalidad y cognoscibilidad añadiendo que nada es ajeno a su proceso ni a su tiempo, por lo que nada es totalmente objetivable, ni se construye en el rechazo de una idea incognoscible. La verdad ya no es real, objetiva y total como plantearon, desde ámbitos diferentes, Heisenberg, Berson, Freud, Srödinger, Levi-strauss, Sausurre, Ortega y Gasset, Nietzsche y otros, por lo que la realidad no es fija, cognoscible y objetivable sino más bien es un constructo por segmentos. Esta conformación han sido los iniciadores de la postmodernidad definida, delimitada y conformada por: Habermas, Baudraillard, Vattimo y otros. Abarca un rechazo de lo moderno como lo único valioso, infundiendo nuevos valores estéticos, culturales, sociales y económicos.


La posmodernidad se construye en el nuevo universo tecnológico y de la información mundial, así el tránsito del concepto tradicional de conocimiento se ha visto inmerso en el procesamiento de la información electrónica. Todo ello encuentra espacio en el total asentamiento del conocimiento artificial, lo que significa el surgimiento de un nuevo paradigma en el ámbito las ciencias socioeconómicas.

La posmodernidad tecnológica surge con la idea de que la técnica predomina sobre la ciencia, y en concreto de las tecnologías de la información electrónica, que posibilitan la transmisión de una visión global tanto de la experiencia, la cultura y de la historia.


sábado, 21 de mayo de 2016

Nietzsche, un filósofo posmoderno





"El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo."

Aportaciones Nietzsche a la posmodernidad 


I.- Proclama la muerte de Dios y con ello rompe con toda filosofía anterior que intentase dar razón y consuelo al hombre, con una nueva interpretación del mundo, una noción de totalidad y donde todo conocimiento es pluralista.
II.- Constituye al instinto como lo verdaderamente real y como dice Nietzsche "Todos nuestros motivos conscientes son fenómenos superficiales: detrás de ellos se desarrolla la lucha de nuestros instintos y de nuestros estados: la lucha por el poder"
III.- Habla de una transformación del género humano creando al "superhombre", un hombre nuevo que está más allá del bien y del mal.

Los temas filosóficos de Nietzsche

Tres Etapas Filosóficas de Friedrich Nietzsche:

1. Periodo Romántico tiene la influencia de Arthur Schopenhauer y Richard Wagner. Escribe el Origen de la tragedia (1872) y Consideraciones Intempestivas (1876).
2. Se perfila como un investigador y conductor de la cultura humana. Escribe: Humano, demasiado humano (1870), Aurora (1881), La gaya ciencia (1882) y Pensamiento sobre prejuicios morales (1881).
3. Anuncia un nuevo ideal de existencia humana encarnada en el superhombre, así como la transmutación o cambio radical de todos los valores generalmente aceptados. Escribe su obra magistral: Así hablaba Zaratustra (1883) y otras obras tales como: Más allá del bien y del mal (1889), Genealogía de la moral (1887), El ocaso de los ídolos (1883), El Anticristo (1888) y La voluntad de poder (1888).

Nihilismo estático 

Surge con el fracaso de todo sentido, de que no hay verdad ni cualidades absolutas de las cosas. Se denomina estático según Nietzsche ya que los antiguos sentidos de la religión, la fe, la felicidad, la filosofía, la sabiduría, etc. ya no tienen significación porque todo se supera, envejece, agoniza y finalmente muere. El ser estático, único y eterno de los metafísicos y de la religión cristina a muerto, Dios.

Valores supremos para Nietzsche 

Para Nietzsche los valores genuinos a los que el Superhombre debe aspirar son:
La fortaleza
Los impulsos vitales
La voluntad de dominio
En la actualidad estos valores son parcialmente desplazados por otros como el consumismo, el individualismo y la ambición son valores que emergen de nuestra sociedad e impactan al adolescente desde variados flancos.

Muerte de Dios

Una aclaración es que cuando Nietzsche predica la muerte de Dios no quiere decir que Dios haya existido y después haya muerto. Nietzsche nunca creyó en la existencia de Dios. Esta tesis señala simplemente que la creencia en Dios ha muerto.

Transmutación de los valores

En Friedrich Nietzsche, se refiere a un cambio radical y profundo de los valores. Los valores que en un tiempo imperaron serán cambiados por otros completamente nuevos. Implica la destrucción de la filosofía y de su historia. En lugar de los valores morales aparecen los valores naturales que fomentan la vida.Las virtudes cristianas que antes eran paradigmáticas tales como la humildad, la resignación, la obediencia, la abnegación, la caridad, deben ser cambiadas, transmutados a favor de la moral del superhombre, es decir, por el orgullo, el poder, la fuerza, el dominio, la valentía, la audacia, la virilidad y en general todo lo que fomente las ganas de vivir.

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Nietzsche y su filosofía

viernes, 20 de mayo de 2016

Introducción a la posmodernidad

En esta página hablaremos acerca de la filosofía posmoderna a través de pensadores como el italiano Gianni Vattimo y el francés Jean Francois Lyotard. La filosofía posmoderna hace una critica radical a la modernidad, considera que cierto número de mitos gestados por la modernidad se derrumban y que no son más que fábulas o "metarrelatos", meros juego de lenguaje que no remiten a la realidad.




Se cuestiona la idea de progreso y de razón, la filosofía moderna comienza con la propuesta cartesiana de descubrir una verdad segura e indubitable que le de fundamento sólido al conocimiento; ante esto la filosofía posmoderna acuña una categoría a concepto central para esta: el pensamiento débil que tiene sus antecedentes en Friedich Nietzsche (1844 a 1900) cuando se señala, por ejemplo, que la verdad al igual que la moralidad es una cuestión relativa, no hay hechos sólo interpretaciones, en efecto el pensamiento débil no persigue fundamentos, objetivos universales e inequívocos, sino que tan sólo se sustentar en diversas interpretaciones de la realidad, válidos según la tradición a contexto cultural en que se encuadran.

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